Dos meses por Guyana Francesa
Y en contraste total con la semana pasada, esta semana no he hecho un carajo. El fin de semana me quedé en casa estudiando un poco (estoy haciendo un reciclaje de Ejercicio Terapéutico) y alternando con baños en la piscina. Pues hacía calor y no me apetecía estar haciendo nada por ahí.
Además, ya llevamos dos grandes tormentas. Me encantan las tormentas. Comienzas a ver como se oscurece el cielo a lo lejos, comienzan luces, flases en el cielo. Y ya me empiezo a emocionar. Después, llega el estruendo sonido, se me eriza la piel y se me ponen los pelos de punta. Me encanta. En casa (canarias) no suele haber de estas. Pero obviamente, me encantan cuando estoy bien refugiada y sin peligro, no soy masoquista.
Después de esas tormentas intensas, hemos tenido varias en esta semana. El sábado cayó un buen chaparrón, cuando cerré el portón de la entrada y se quedó a medias para que pudieran entrar las niñas. Las cuales se empaparon todas (se hubieran mojado, aunque la puerta no se quedara a medias, pero menos). Otra el lunes y martes.
También nos intentaron entrar a robar en medio de la noche, sobre las 4 horas a.m. Casi nada, fue un trauma para las niñas. No se si más trauma por que en poco tiempo, se me dio la razón de que había que cerrar la puerta. O por ver a alguien espiando por tu ventana con una linterna, e intentando abrir la puerta con una llave que encontró por ahí.
Habría que dar muchos detalles, pero a ver si con un breve esquema resumen me puedo explicar y pasamos a otra cosa.
"Los chicos (unos cuantos) se fueron de vacaciones y dejaron su coche en la puerta de casa. Dejaron una llave. Yo cerré el portón el sábado. Hubo una discusión el sábado porque le portón no se abrió del todo. Arreglé el portón y volví a cerrar. Las niñas entraron y dejaron portón abierto por la noche. Domingo noche alguien cogió las llaves que encontró en el coche de fuera, entró a la casa (los jardines) e intentó entrar en ella. Las niñas llamaron a la policía. Yo escuché voces de hombres y mujeres, vi luces por fuera. Me quedé en la cama y seguí intentando dormir. Las niñas se instalaron en la habitación encima de mi cabeza y no durmieron en lo que quedaba de noche, yo conseguí dormir algo porque me molestaban sus voces. Por la mañana me enteré que habían intentado entrar a robar."
El lunes vinieron a poner unas cortinas en las ventanas que nunca hubo (yo de siempre me apañé con una sábana) y valorar poner unas alarmas. Vinieron a arreglar el portón que no estaba roto. Le limpiaron más barro, yo había quitado un tanto. Y se supone que algún día arreglaran esa entrada a la casa.
El martes vinieron a reforzar las puertas correderas poniéndole unos tornillos de unión entre ellas para así no poderse abrirse desde fuera. Aunque el señor aseguraba que la persiana eléctrica tiene un mecanismo de seguridad que no se pueden abrir ni subir (creo que ni él se lo creía del todo).
El jueves bajé a jugar al skipeball y como estaba al lado de la foodtruck de punto latino, me regalé un plato mixto de ceviche y pescado frito con yuca (me supo a gloria). Me quedé yo sola después de jugar, puesto de las que estábamos allí, a ninguna le apeteció. Y yo ya hace mucho tiempo que si nadie quiere venir, no me inquieta sentarme sola a la mesa y disfrutarlo yo, conmigo misma.
El viernes me escapé por el mercado, me eché una sopa entre pecho y espalda que me dio vida (con unos nems y un zumo de guayaba). Compré algún souvenir artesanal (aunque me queda un mes para ir, hay cosas que deben ser en ese momento o tal vez nunca) y acabé en la playa dándome chapuzones al final de la tarde y disfrutando de otro atardecer. Y es que hay días que salen así, solos, en mi mejor compañía (conmigo misma).
Por lo demás, la semana ha transcurrido como de habitual. Pacientes que son la bomba y vienen con ganas de mejorar, pacientes que vienen si, y que no vienen. Patologías comunes, y otros singulares.
Tengo una paciente que cuando se subió por primera vez en la elíptica, fue un auténtico show. Aguantó 5 minutos haciendo ruidos de esfuerzo y quejándose. Tiene sobrepeso, problemas en las rodillas y el hombro. Así que eso le viene genial. Pero está super motivada, aunque sufrió, hace "casi" cada cosa que le pido. Y este jueves logró hacer 10 minutos de elíptica sin quejas y pidió hacer otros 10 minutos de tapiz rodante. Estoy muy orgullosa de ella. En realidad, viene por el hombro, y debería pasar unos 20 minutos por sesión. Pero suele estar cerca de una hora, no se lo cuenten a mis jefes. Ahora voy a crear un grupo de ejercicio terapéutico con ella y dos pacientes más con un registro muy parecido. Va a ser un escándalo, lo veo venir, pero también que les va a venir muy bien a las 3.
Tengo otra paciente, de la cual no puedo dar mucho detalles porque es refugiada protegida, que tiene una gran cicatriz a causa de una bala de escopeta. Esa bala, me contó, iba directa a su estómago, pero consiguió desviarlo al suelo, y acabó en su pierna. Después de cirugía reconstructiva y más de 10 meses de terapia, casi camina con normalidad. En ello estamos.
Un día, estuvimos hablando de su "accidente", de como fue todo, como llegó, todo lo que necesitó y le di un poco de masaje mientras hablábamos. Tipo masaje despegue de cicatriz y descarga de estructuras sobrecargadas (lo hemos hecho más veces). Después de esa sesión, me contó que estuvo dos días suuuuper cansada, como que casi no podía abrir los ojos, con mucha fatiga y cansancio. Y por suerte, después de eso, todo ha ido a mejor.
Yo tengo mis teorías respecto a que ella se sienta mejor con su pierna, creo que necesitaba sacar cosas fuera. Y así se demuestra, que la fisioterapia, no es solo terapia física, si no que existen otros factores para conseguir el éxito (aunque aún nos queda trabajo por hacer).
Bueno, después de una semana de mucho gasto económico, me despido hasta la próxima entrada de blog desde un sábado tranquilo disfrutando en casa. Sin estrés, limpieza de hogar, sábanas limpias y cocina de casa con cariño para mi misma y conmigo misma.
Feliz mes de julio, feliz verano, feliz semana, feliz vida. Y recuerden, solo se vive una vez. Lo que no hagas ahora, no esperes a hacerlo después, cada momento es único.
¡Se les quiere, sean felices!