Cierre de Etapa 2022

10.08.2022

Si, aún es agosto y yo ya ando cerrando etapas de año 2022. Pero es que ahora me he metido en un nuevo proyecto y dudo que este año vuelva a trabajar a Francia.

Así bueno, les cuento por encimita lo último de camino a casa, y cerramos etapa.

El vuelo desde Guyana Francesa a París, pasó bien, menos por el vecino de atrás, que era grandote y tal vez pensaba que todos sus movimientos, apoyos y empujones sobre mi asiento, no repercutirían en nada en mi estado de ánimo y sueño. Pero hubo un momento que me giré, le toqué la bota y lo llamé para llamarle la atención porque me tenía bien cargada negativamente y estaba ya en exceso. El tipo no abrió los ojos. Su hijo bebé, me molestó menos que el.

Pero después de esa llamada de atención ( por allá las 2 a.m hora de salida) dejo de dar menos por culo, y nunca mejor dicho, pues estaba por detrás, y se controló un poquito más.

Nos dieron una mascarilla para el avión, pero se la ponía quien quería, que era casi nadie. Así pasamos un vuelo sin restricciones covid-19 porque a esa compañía se la sudaba un poco, pero eso lo descubrí cuando fui a coger el 2º avión, de París a Gran Canaria. Si, aún sigue siendo obligatoria la mascarilla en el avión, aunque en el vuelo de 9h no lo era.

Mi banco artesanal viajó conmigo en el avión sin problemas, nadie me dijo nada y cupo perfectamente. Una vez aterrizados en Paris Charles de Gaulle, nos dejaron parados a un ladito de pista, con otros aviones, esperando aparcamiento para desembarque por orden de llegada. Lo cual tuvimos que pasar después de nuestras casi 9h de vuelo, unos 20 o 30 min más sentaditos.


Una vez descendida del avión, salí corriendo a ninguna parte, porque aquello es enorme y no sabía hacía dónde iba. Esa sensación de pérdida e inseguridad de un lugar desconocido dónde el tiempo apremia, era bestial. Pues conseguí salir del avión a las 11:30 h (más o menos) y debía facturar en próximo vuelo máximo a las 12:05h.

Pero después de caminar-correr con mi mochila a la espalda de cerca 14kg y mi banco en mano de 3kg, conseguí coger "una lanzadera" para ir a la zona de salida de maletas. Después conseguí salir de la terminal 2 y caminar-correr hacía la terminar 3. Que ya había preguntado a un señor en la lanzadera y me habían dicho, está fuera del aeropuerto, pero no muy lejos, llegarás. Si, claro que llegaré, pero no hablaremos de las condiciones.

Llegué acalorada y echando humo del mi pie-volcán, pero llegué a la zona de facturación y me hicieron facturar mi banco. Me colaron porque iba en el vuelo que estaba a punto de cerrar su facturación. Después, tuve que llevar el banco a una cinta especial y no lo vi más.

Al entrar al avión me recordaron que debía usar mascarilla, menos mal que tenía la que me había dado la otra compañía y había utilizado a modo de tapabocas y antifaz, dos en uno, durante el vuelo largo. Así que la mascarilla del vuelo de 9h, dobladita en el bolsillo hizo de seguridad para el último vuelo. Nótese la ironía del asunto.

Después de que salieran todas las maletas, se parara la cinta de maletas normal y especial y todo el mundo se hubiera ido, tuve que salir de la zona de maltas e ir hasta el final del aeropuerto de Gran Canaria para denunciar que mi preciado paquete no había llegado. Un señor poco amable de la compañía gestora, no con la que volaba, me lo tramitó. El paquete llegó una semana después.

El miércoles nos robaron el Guyana Francesa. Bueno, a mí no me robaron, pero si la casa en la que estuve viviendo estos últimos meses. Me libré por los pelos de un calvo. Parece ser que les entraron a robar el mismo miércoles, en plena luz del día después de que todos salieron a trabajar. Entraron por el cuarto de la lavadora, a 3 metros de altura por un hueco que abrieron entre muro y planchas.

Les robaron toda la multimedia que pillaron y joyas. Y esa misma noche, después de denunciar, ninguna durmió en casa salvo Fabian. El cual me contó que se compró un machete por si acaso. Aunque después de haberles "limpiado" todo, dudo que volvieran por la noche, pero nunca se sane. A Fabian no le robaron nada, pues siempre buscaba un lugar donde guardar sus vienes más preciados. Y en este caso, en su nueva habitación, había encontrado un escondrijo de lo más acertado. Pero las otras tres...pobrecitas. No se como ha quedado la cosa. Pero me imagino que intentarán resolver esos asuntos o mudarse y nunca volverán a ver lo robado. Sis putada.

Yo por mi lado, mi volcán evoluciona muy favorablemente. La podóloga me dijo que se lo esperaba peor después de lo que le había contado. Aún así me hizo algo que casi hace que me pierda la rama del dolor en el pie al echarme no sequé producto y limarme por allí. Y eso que estaba mejor porque ya le había dedicado tiempo hacía unas semanas cuando me empecé a preocupar. 

Además, también me traje de souvenir una picada de mosquito que se me ha complicado. Podría ser una ligera infección, aunque juraría que una de las veces que supuró salió como un gusano minúsculo.

Así que dada la alarma, que habían pasado 2 semanas o más, y la picada de mosquito iba a peor ( y que había estado por el amazonas), fui al médico. Al cual le importó una kk que le dijera que había estado por el amazonas y que me pareció ver un mini gusano salir de ahí. Así pues, me mandó una crema de antistamínico (tipo alergia) que obviamente, no compré ¿para qué? Y que si no cerraba o salía otro gusano, que lo llevara y ya veríamos.

Después de casi 4 semanas, ahí sigue supurando, y cada vez que me echo la crema ( otra crema, esta es antibiótica) me pica, y me da tirones, y parecen que me están rasgando por dentro (cada vez menos, por suerte). Y ya va teniendo mejor aspecto. La zona interna no está tan dura después de una semana poniéndome la crema. Yo por mi parte, voy a intentar evitar tomar antibióticos.

Y con esto, ya cierro capítulo. Me alegro que les haya gustado mi aventuras y me hayan estado siguiendo todo este tiempo.

Confirmo que ya estoy en la isla, y activa, laboralmente hablando, a partir de la semana del 16 agosto. Aunque también, que el 1 de septiembre me vuelvo a ir. Esta vez más cerquita, a vivir a Lanzarote.

Voy a estudiar enfermería, no es que no me guste la fisioterapia, la amo como profesión. Pero esto lo hago como un trabajo a futuro porque cuando me canse de viajar, tal vez quedarme aquí, en mi isla, no sea muy alentador como fisioterapeuta. O tal vez, soy una desequilibrada (o ambos).

Sea como fuera, voy a probar si me gusta la enfermería también, porque después de todo, lo que más me gusta, es el trato con la gente y poder ayudarles desde mi versión y mi punto de vista.

Hasta ahora y ¡seguimos en contacto familia!

La Rama Agaete 2022
La Rama Agaete 2022