Desde Perú 13
Realmente, no escribo desde Perú, ya estoy en casa, islas Canarias. Hace más de un mes que llegué a casa. Aunque por una cosa y otra, parece que no termino de llegar.
Voy a ir cerrando capítulos, mis últimas semanas y vacaciones por Perú, para así poder pasar a lo siguiente.
Desde que terminé mi estancia en el hospital de Lima, tardaron unas semanas en darme la nota. La cual imaginaba más o menos cual sería, no decepcionó, aunque reconozco que esperaba más. Mirando con perspectiva, sobreviví al Perú y saqué una nota bastante decente.
Aproveché esos días para ir hasta la selva, como conté en "Desde Perú 12", y luego me quedé por Lima esperando a que llegara I. Me dediqué a mi, a pasear y comer rico. Repetí comida de todas esos lugares y esas comidas que malamente me podré permitir en mi casa natal. Casi ninguno fue comida peruana, que cosas, por una de las cosas que elegí Perú, era por su gastronomía.
Bajé poco a clases de surf, porque el invierno en Lima, y especialmente en Miraflores, estaba bien instaurado. Era frío, húmedo y gris. Así que me moví poco y disfrutar de hacer casi nada (en cuanto a deporte hablamos).
Quedé mucho con la Jh., salimos a pasear, tomar o cenar casi todas las noches. La verdad, no se como se puede permitir jeje.
Tuvimos días grises antes de que llegara I. En nuestro subconsciente sabíamos que una vez que llegara I. y saliera de vacaciones, sería para no volver, o al menos, para hacer un punto y final de nuestras dinámicas.
Pensándolo bien, fuimos compañeras casi inseparables, pareja sin sexo los últimos meses que pasé en Lima. Nos contábamos nuestros días, nuestras desgracias, nuestra desazón, triunfos y fracasos del día. Hablamos de nuestro pasado, de nuestro futuro y se generó una muy linda amistad. Nos acostumbramos la una a la otra, y los días antes de marchar se hicieron un poco grises en algunos momentos, también en el interior.
Fuimos a la manifestación del orgullo y derechos LGTBIQ+, nos hicimos unas camisetas con un mensaje "la vida es muy corta para fingir que eres hetero" con colores muy vivos. Nos juntamos con A, una amiga de Jh. de toda la vida, nos pusimos la camiseta y nos pegamos toda la marcha del orgullo. Yo comencé a sentirme mal, muy mal. He acabado con una trocanteritis que se ha ido manifestando como le ha ido apeteciendo. Tanto así, que han pasado dos meses y aún la sigo padeciendo y no consigo quitármelo del todo. Cuando parece que ya he mejorado y estoy casi bien, me relajo y vuelve otra vez con la misma intensidad, una mierda.
La Jh., también ha andado con sus altibajos físicos y emocionales, y es que trabajar en Perú para otro no es fácil. Todo el mundo quiere ganar y pagar lo menos posible (eso no difiere mucho a España), por eso allí mucha gente prefiere trabajar por su cuenta y declarar lo menos posible. El jefe de Jh., ha tenido momentos de retrasar el sueldo semanas sin previo aviso, o decir que ese mes no le pagaría a ella o a la empleada por que había pocas ventas, aunque luego él no permite hacer una publicidad correcta y adecuada según la experiencia de quienes trabajan.
Pero bueno, poco a poco todo se fue poniendo en su sitio. Sea como sea, siempre tienen que estar alerta y negociar, es un vivir estrés constante en ese país.
En el tercer día gris de Jh., la maltraté, opté por la opción de no escuchar siempre lo mismo y meterle caña para que reaccionara, ¿qué piensas hacer y qué vas a permitir? Se revolvió, no le gustó y me lo echó en cara, pero al final, reaccionó.
Mi teoría es ; si…hay que compadecerse,pero no hay que pasarse, hay que seguir al siguiente punto antes de caer en un pozo oscuro del cual es más difícil salir. Obvio, hay que gritar, llorar, caer, y retomar si se puede, aún más fuerte que la anterior. Probablemente, no era el momento, aún podía retozar más en su mierda, o no fueron las formas, pero no había mucho más tiempo y se acercaba el final de mi tiempo en Lima. Así que yo tampoco estaba muy fina.
Jh., se tuvo que buscar otro lugar dónde vivir, más caro, pero mucho mejor en cuanto a compañía y alojamiento. Yo tuve que buscar un Airbnb para los días antes que llegara I. y luego irnos por ahí de vacaciones.
Llegó I. y con ella la luz y el buen tiempo. Fui al aeropuerto a recogerla con un ramo de flores, prácticamente fue una exigencia o promesa, no recuerdo qué fue primero. Pero me había saltado por mi viaje a Perú un aniversario de boda y un cumpleaños. Ir con un ramo de flores al aeropuerto era solo el principio para pagar por todos mis pecados jajaja.
El día 4 de julio ya estábamos por Cusco, yo con una lumbalgia bestial derivada de mi bursitis - trocanteritis e I., con un jetlag bien acusante. Aún así, paseamos por Cusco, subimos a San Blas y disfrutamos un poco del entorno, al día siguiente íbamos a Aguas Caliente, pues teníamos entradas para visitar Machu Picchu el 6. Aunque creo que mejor dejaré lo de nuestro viaje por Perú para otro post. Creo que si, así haré.
Como decía al principio. Ya estoy en casa. Volviendo a adaptarme a algunas rutinas. Intentando coger nuevas rutinas, acostumbrándome a convivir de nuevo con mi mujer ( lo que resulta muy fácil). Y temiendo el último curso de la universidad. Se podría decir que yo ya en Perú comencé esta fase, pues al cursar asignatura del último ciclo suyo, me hicieron ponerme al día y sentir el estrés de final de curso, de saberlo todo y de trabajos para ayer. Aún así, persiste ese estrés, excitación y respeto por lo que se avecina.
En definitiva, lo mejor para llevar ese temor y estrés que resulta el comienzo de un nuevo curso y etapa, es estar lo mejor preparada. Así que habrá que ir mirando medicamentos y ciertos protocolos y técnicas que pudieran surgir. Nunca es suficiente, pero yo no puedo usar la baza de la excelencia, yo no soy de ese "uno de mil personas", yo debo de insistir y volver a insistir y estudiar para estar preparada.
Con esto doy por terminada mi etapa "Perú". Con ganas y tiempo escribiré de la experiencia y lugares que visitamos en nuestros 20 días recorriendo Perú. Con más ganas aún, "lo que me gustaría saber antes de viajar a Perú" o "Curiosidades que experimenté por Perú y no conocía", algo así. Pero para eso hay que tener muchas ganas, pues es un trabajo organizar, documentar y expresar que lleva tiempo y energía. Probablemente adecuado para ir haciendo esos días nostálgicos y de vivir recuerdos.
Se acaba el verano. Vamos haciendo balance y cambio de chip.
¡Hasta pronto familia, se les quiere!