Desde Perú 4

13.03.2024

Ya ha pasado un mes desde que empezó mi aventura por tierras Peruanas. En este poco tiempo me he creado una fama, probablemente no muy buena. Aunque otros dirían que cualquier fama es buena.

En resultado de mi carta de queja, a la que tuve que recurrir a mi universidad para que pusiera los puntos sobre las ies fue:

Así pues, se adelanto mi fecha de llegada a Lima y a la espera que tengan en cuenta mis horas hechas de más para descontar mi tiempo de estancia de Internado. Con esto quiero decir, según la Ley del ministerio los alumnos no deberían hacer más de 36h semanas, y en ningún caso no más de 150h al mes. Solo en el mes de febrero, el más chiquito del año, hice 192h,además, empezamos dos semanas antes de las correspondientes. Y para colmo, seguimos sin tener enfermera, así que "nadie nos enseña".

No digo que todo mi porte sea demasiado, pero es que no hay mucho que hacer, así que pasamos muchas horas sin hacer nada. Pero lo que colma el vaso, y el porqué tuve que hacer un escrito( a demanda de ellos) con la ley Peruana y normativa de la universidad, es que no me dejen quedarme a dormir fuera a pesar de que me ofrezco a firmar que es bajo mi responsabilidad. Se pasan la pelota:

  • Si tu universidad te da permiso, no tenemos problema.
  • La universidad dice que se debe cumplir la normativa del centro en el que estoy.

Todo es hablado, no he visto ningún papel con dichas normas y convenios que se supone que acepté. Que igual que me dijeron todas esas normas absurdas, me dijeron que solicitando salir a la encargada, no habría problema. Y si lo ha habido. Pues nada, lo quería por escrito, pues por escrito se lo mandé.

Está claro que las formas de hacer aquí nada tienen que ver con la realidad Europea, que también se saltan muchas normas, pero las conocen y cuando se reclaman, se cumplen.

Bueno, este fin de semana volvieron a la carga de súper organización en VW, donde una tarde antes nos solicitan que el sábado (terminamos normalmente a las 13h) se solicitará la ayuda de los internos de enfermería porque vamos a realizar una campaña con los niños de Huilloc ( por las alturas de Ollantaytambo) de paso, haciendo coincidir con un grupo de turistas extranjeras. Me dijeron que mi presencia no era necesaria si yo no quería para poder disfrutar de mi tiempo de descanso ( yo siempre tengo algo que decir en reclamar nuestro tiempo). Dije que no habría problema, me quedaría apoyando a mis compañeros, pero me cumplirían las horas. Para algo que había que hacer, no iba a perdérmelo, ¿no?

Todo se retraso porque el grupo de 55 turistas no terminaba de llegar. No quiere decir que no atendiéramos a los 25 niños. Claro que si. Casi la mitad salieron con anemia y se les donó tratamiento para ello, además de desparasitación profilaxis (por si acaso). Por lo visto los niños hicieron baile típico como agradecimiento y todas esas cosas. Yo estaba enterrada en la farmacia dando los ferrimax y los desparasitadores, explicando e interpretando algunas recetas, además de pasando la ficha de los pacientes al sistema con intención que no se perdiera nada. Me tocó el último puesto, sola ante el peligro.

Conclusión, las 6:30 pm ya era tarde para ir a la cervecería de Pachar como tenía planeado. Por qué sí, a las 6:30 pm de un sábado es tarde para salir en Yanaguara si tienes que volver, porque después de las 8 pm probablemente no haya servicio de transporte.

Igualmente, nos homenajearon con ricos platillos de rocoto,papas y salsa huancaina. Incluso les quedó fuerza y ganas para hacerse algunos bailes en una pequeña área que se estaba inaugurando.

Cambiando de tercio,

El fin de semana pasado, cumplía "mesiversario" de salida de casa, y me dí buenos homenajes. Aunque es cierto que lo del aniversario es una simple excusa. El domingo me escapé a Cusco, tardé algo más de hora y media en llegar, y encima, llovió. Por suerte, hay un mercado muy conocido que recorrí con calma mientras dejaba de llover tan fuerte y aproveché para conocerlo.

Riiico!

Estuve paseando, y no haciendo nada. Conociendo rincones y disfrutando de la libertad de ir sola , ir donde quieres y cambiar el rumbo cuando apetece. Subí al mirador de San Blas, comí en un japones perua no, que estaba bastante bueno y volví en hora.Además, pude disfrutar del pasacalles de carnaval. Es curioso, aqui se disfrazan de tipicos y visten con sus mejores galas. No se les ocurriria hacer como nosotros y disfrazarse de "manchangos", eso no se estila en ningún rincón del Perú. 
Caí en unos ricos picarones que me encantan y una pequeña  alpaca (o es llama? no lo tengo claro de llavero (es tan miñon)

El domingo me anime a Ollantaytambo, así aprovechaba a pasear, y tanto fue así que me subí a unas ruinas dónde almacenaban los incas su cereal. Son menos conocidas y gratuitas ( o 10 soles) y un tanto peligrosas su forma de acceder. Llovía, así que tal vez por eso no estaba el guardian cobrador en la entrada. Era una subida bien empinada, pero fue satisfactorio ver desde o alto todo el pueblo y sus otras ruinas más conocidas abajo.

 Bueno familia, hasta la próxima, esta vez desde Lima. 

¡Se les quiere!