Îles du Salut et Montagne des Singes

06.06.2022

Después de la última crisis, que aún no está zanjada del todo, pero más animada moralmente. Este primer fin de semana largo, nos fuimos Eli y yo a las Islas de la Salvación (Îles du Salut), cenamos en Kourou y dormimos en un Carbet cerca del sendero que haríamos al día siguiente "Sentier Montagne du Signe". La otra compi, Ti, sigue malucha, no termina de recuperarse desde que vinimos de Molokoi. Ha pasado por diferentes estados, medio agripada, infección orina, más agripada, tos, ligera fiebre y mal cuerpo.

Así que me levanté a las 5h15 de la mañana el sábado y a las 6h estábamos saliendo hacia Kourou, dónde saldría nuestro Catamarán a las islas de la salvación. Islas que fueron las cárceles de los reclusos que necesitaban mayor castigo de Francia. Mucho morían y no sobrevivían. Pocos pudieron escapar. El conocido Papillon (mariposa) del que se hizo una película, estuvo encarcelado ahí.

La isla de la cárcel era la del Diablo, con unas corrientes muy malas y pequeñita. Esa no pudimos visitar, pues está prohibido por su peligrosidad.

Así a las 8h íbamos subidas en el catamarán Tropical Alice que no izó su vela, todo recto por una corriente de agua marrón, mientras a no mucha distancia, se podía apreciar a ambos lados como no se mezclaba el agua por las corrientes y estaba azul. Muy curioso. Ese barco lo consiguió Eli, y creo que gracias a la guía en papel, porque en su momento yo busqué y no encontré información. Esto no es como ir a Isla de Lobos, donde hay varios puestos y/o stand con información y varios barcos al día. Olvídate, debes reservar con antelación.


Había como un especie de muelle sin barcos, dónde te recogía una pequeña barca motora y dónde debías dejar tus zapatos para poder subir al barco. Al llegar al Catamarán, te pasaban lista. Y una vez todos arriba, normal y nos pusimos en camino. Ni siquiera sabíamos bien cuales eran las islas. Así que muy emocionante cuando te ibas acercando y veías el trozo de tierra que se veía a lo lejos, eran varios trozos de tierra muy cerca uno de otros (las 3 islas).


Desembarcamos en Île Royale y pasamos la mañana recorriendo la isla, sus edificaciones y ruinas. También nos dimos algún baño donde la costa estaba un poco protegida y donde estaba concentrada toda la gente de las dos embarcaciones.

Nos recibió la policía de la isla, que iban en un todo terreno (para un territorio de poco más de 1km). Sobra decir que me parece una gilipollez tener ese coche ahí, creo que sería más acertado otro tipo de vehículo, pero hasta ahí voy a dar mi opinión sobre ello.

A las 12h30 nos volvimos al barco, nos acercamos a Île Saint Joseph y comimos en el barco. Y fuimos nadando hasta "el muelle" de la isla. Nos acercaron la mochila y zapatos. Recorrimos por 2 h la isla. No nos pudimos bañar porque había marea baja y no era obvio bañarse. Y la única piscina natural de la isla, con marea baja, parecía una pequeña charca.

Nos recogieron a las 15h30 y nos volvimos a Kourou. Después de conseguir encontrar el Carbet que estaba a las afueras de la ciudad, instalamos las hamacas, cambiamos y medio lavamos con una garraba de agua que compré y nos fuimos a cenar. No había buena conexión y no conocíamos nada. Así que elegimos al azar según Google maps con la premisa que tuviera mínimo 4 estrellas y más de 15 comentarios. Miré unas fotos, vi una dónde en una pizarra ofrecían un "tipo menú" eso se hace mucho en Francía , ya que no les gusta lo de compartir los entrantes. Y he de decir que acertamos, cenamos muy bien.

Al día siguiente recogiemos, desayunamos lo que traimos y nos fuimos a la montaña de los monos. Que obviamente, sería una ruta de mucha subida y bajada, Había que subir la montaña. No vimos monos, pero subir si que sudí. Cuando llegamos a la sima, había un carbet lleno de arañas como nunca había visto. Así que las fotos de las vistas, están acompañas de cientos de arañas, que cosa más desagradable. Y nos volvimos a bajo.

El camino tenía sus tramos de barro, como selva que aprecie. Tenía algunas zonas dónde podías deslizarte y acabar de culete. Y también hacía un calor bestial que se multiplicaba la sensación con la subida. Era como subir un edificio de 14 plantas con escalones irregulares, con 30 grados de calor y una humedad media 80% ( mínimo). Muy agradable es la selva, si.

En 2h la hicimos, a pesar de la subidita, la dominamos bien. La guía decía que se hacía entre 2 o 3 horas. Así que fuimos bastante rápidas. Y a las 10h30 ya estamos de vuelta a casa deseando lavar el pelo estropajo del agua salada.

El carbet era bastante cutre. Estaban intentando mejorarlo, a mitad estaba las duchas y los retretes. Mientras tanto era un baño en duro. Que era una vasija rodeado de unas tablas húmedas, y no muy limpio. Después salías a coger agua de la lluvia con un balde y echabas agua ahí hasta que se iban tus desechos. Suerte que no había nadie más en el Carbet.

Durante la noche llovió y hizo algo de viento. Y algunas veces me desperté a tocar mi culete a ver si me estaba cayendo lluvia de lado y me estaba mojando mi hamaca suspendida. Pero no, solo era el aire húmedo.

Un fin de semana agradable, tranquilo sin mucho bullicio que fue de agradecer. Donde vimos monos, pero no en la montaña de los monos, si no en la isla Royale. También vimos como unas ratas grandes sin cola (aún no se lo que son, investigaré) que también pasaron corriendo por el Carbet.

Disfrutamos del velero sin izar su vela (la pequeña para la vuelta), y de una rica cena.

Me quedo con buenas sensaciones para el fin de semana. Y sin planes para las próximas semanas, ya se verá.

Disfrutando el momento. Espero que pasen una buena semana. Se les quiere familia.