Preparando la vuelta a casa

25.07.2021

Desde que volví de "vacaciones", estoy de mala gana y desmotivada. Estaba así antes de partir, pero me imaginaba, o engañaba, que era porque necesitaba vacaciones. Y si, lo pongo entre comillas porque es verdad que no trabajé como fisioterapeuta (en casi ningún momento), pero si que me quedé con sensación de falta de vacaciones y de verdadera desconexión. Ese rollo hotelito, playa y no hacer nada, no sentí que lo tuviera.

Así que al volver, volví a pensar que me falta es eso, playita y desconecting. Pero no, lo que necesito yo, y la mayoría de la población mundial, es estar un poquito tranquilos, que acabe la pesadilla covid-19, y poder disfrutar.

No ayudó tampoco la sensación de estar "desamparada" y perdida, que Luna estuvo varios días vomitando lo que comía horas después, así que no parecía muy grave, porque seguía vital y moviendo rabito, pero cuando se repitió en todas las comidas durante 2 días, al 3º fuimos al veterinario. Posiblemente tuviera un poco irritado su vientre, pero sin duda confuso y frustrante. Así que un pinchacito en el lomo, y tres días de medicación para posible vientre irritado, y está como nueva. 

Sea como fuera, estar fuera de casa, del confort de amigos, familia y encuentros familiares. De controlar el idioma y ciertos protocolos cotidianos, hacen que sientas que estas en una continua lucha.

Puede que fuera el tener que llamar al mecánico, al seguro, grúa y conseguir llegar a casa. Puede que fuera que se que en un mes Irys se volverá a casa y yo me quedaría aquí, desamparada (no soy exagerada ni nada), o simplemente que mi mente a los 6 meses ya me pide cambiar y acción. Que ese fin de semana pasado, decidí que estaba hasta el "toto" de todo, y me volvería a casa antes de tiempo. No puede ser que cada mañana me levante con ese pensamiento, que necesidad, estoy aquí por gusto. Por suerte, yo no me he sentido obligada a tener que emigrar.

Así que he decidido dar mi renuncia, y volver a casa a mitad de septiembre. La idea es estar para los cumpleaños de mis sobrinas (ya tengo dos, quién me lo iba a decir), disfrutar de mi gente, de mi covid-19 en la isla, y de las restricciones que solo un canario sabe como saltarse.

También pensé, que como en octubre se vuelve a hacer llamamiento de contrato (del que renuncié para venirme), posiblemente como la covid-19 ha vuelto, y con más fuerza que nunca, pueda retomar mi último contrato. Y si no, unas largas vacaciones tampoco vienen mal.

Por el camino, ya voy pensando que como me vuelvo, y tengo pendiente de hacer un curso de agujas (punción seca) y alguna cosita más, puedo aprovechar el viaje y pasarme por Madrid a hacerme un cursillo de un fin de semana. Así ya hago mi primer contacto con el mundo de las agujas y terapia invasiva.

Así que ya tomada la decisión, solo me falta el visto bueno de la jefa, para firmar con alguien interesado en venir a hacerme la sustitución, y que ese alguien no me falle.

Hasta pronto mis amores.